Tiempo de recuperar la esperanza y de saber que estamos en las manos de Dios
El miércoles 14 de febrero comienza la Cuaresma. Queremos compartir con todas las familias la oración que tendremos con todos los estudiantes. Recordamos que a partir de las 17:00 h, podréis recibir el importante símbolo de la ceniza y pasar un rato de silencio en la capilla.
ORACIÓN
Hoy nos reunimos para comenzar un tiempo especial en nuestras vidas: la Cuaresma. Este es un período de reflexión y preparación para la Pascua, un momento para mirar dentro de nosotros mismos y considerar cómo podemos acercarnos más a Dios y a los demás.
El amor es lo que nos mueve a salir de nuestro propio mundo y a entregarnos a los demás. No es solo un sentimiento, sino una certeza: la certeza de que Dios nos cuida y de que también nosotros podemos cuidar a los demás. El amor es la luz que nos guía en los momentos de oscuridad y duda, porque todos hemos sido creados para amar y ser amados. La mayor muestra de amor en el mundo es la Cruz.
Os invitamos a deteneros por un momento y pensar en aquello que les impide amar como Jesús, sin condiciones y con generosidad. Escuchemos las palabras del profeta Ezequiel: «Yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, [capaz de amar] para que caminen según les aconsejo, hagan caso de mis normas y las pongan en práctica, y así serán mi pueblo y yo sea su Dios».
Tomemos un breve momento de silencio para pedirle al Señor que despierte en nosotros el deseo de amar como Él nos ha amado, de acercarnos a su Palabra con un corazón dócil y de encontrar la fuerza para salir de nosotros mismos y ayudar a aquellos que nos necesitan, aquellos que nos necesitan a nosotros.
Después de este momento de reflexión, nos acercaremos altar. Frente al corazón gris, símbolo de nuestra dureza de corazón, expresaremos en silencio a Jesús aquello que hoy deseamos entregarle, para que Él saque lo mejor de cada uno de nosotros.
Que este tiempo de Cuaresma sea para todos nosotros un tiempo de renovación y crecimiento en el amor de Dios. Amén.
