14 Oct DÍA GRANDE EN LA PUREZA
Nada es imposible para Dios
Hay un pequeño gesto en la Pureza que nos avisa de que algo grande va a pasar. Es tan sencillo como abrir la puerta de la capilla grande de par en par pues cuando la vemos abierta, todos sabemos que es un día especial. Y así ha sido.
El Día de la Pureza, 16 de octubre, siempre viene cargado de emociones. Más a menos, hace un mes que empezamos un nuevo curso, estrenamos un «objetivo», los alumnos más pequeños se incorporan a la misa, vuelven los hermanamientos, hay piruletas, pulseras, banderines… etc. Y así ha sido.
Con un sol radiante, hemos celebrado la misa juntos, con un coro que ha crecido exponencialmente y que, como muchos han dicho, ha sonado mejor que nunca. El padre Jesús, que se incorpora en la Pureza, ha celebrado y proclamado con mucha alegría y nos ha hecho rezar con la voz muy alta un gran mensaje, ¡Nada es imposible para Dios! Y en ese «nada» estábamos cada uno de nosotros con nuestras historias, nuestras tristezas, nuestras faltas de confianza… Y así ha sido.
También ha habido envío de los agentes de la pastoral, ¿y a dónde? pues dónde falta la esperanza y la alegría por no saber que Dios siempre está con nosotros, que como dice el Evangelio, hasta nuestros cabellos están contados, que no tengamos miedo… Y así ha sido.
Y como colofón, en el «patio azul» nos hemos unido alrededor de una cruz. El símbolo fundamental que nos identifica como cristianos. Una cruz hecha entre todos los que formamos la comunidad y que ha abierto la puerta de par en par para poder cruzar el cielo.
Hemos cantado a María diciéndole que queremos caminar con ella, que guíe nuestros pasos y que no nos deje. Y así será siempre, con ella.
Este año, el objetivo «Felicidad se escribe conTigo» , nos va hacer descubrir, que no solo estamos juntos en el camino, sino que somos el «camino» para que muchos podamos llegar a la felicidad plena.
¡Que así sea!