Conocer para dar nombre a los sentimientos
El monstruo de colores es un formato genial para trabajar las emociones con los más peques del cole. Así lo han disfrutado los grupos de 3 años.
De una forma muy visual y divertida, usando los colores como protagonistas, los niños y niñas aprenden a reconocer y diferenciar distintas emociones. Lejos que asustarlos, los monstruos, que además son monísimos, forman parte de sus juegos y del ambiente de clase.
Cada sentimiento se asocia con un color, lo que hace que identificar cómo se sienten sea mucho más fácil para ellos. Además, les ayuda a ponerle nombre a esas emociones. La idea de esta actividad es justamente practicar este vocabulario emocional