¿Hablamos de la Vocación religiosa?
Todos estamos llamados a hacer algo único e irrepetible. Esto es la vocación, una palabra que, en su origen etimológico, significa «llamada».
En nuestra vida, la inmediatez y el ruido nos distraen mucho más de lo que imaginamos, haciéndonos olvidar lo verdaderamente importante. Sin embargo, Dios nos sigue llamando, sigue susurrando en lo más profundo de nuestro ser, invitándonos a descubrir una vida plena en el servicio y la entrega.
La vocación religiosa en la Pureza de María es un regalo y una llamada muy especial. Es una invitación a vivir en medio de nuestro mundo, con un corazón puro, con un amor sin reservas y con una entrega total a Dios y a los demás.
NO ES FÁCIL… pero, ¿qué hay fácil en la vida? ¿Dónde no hay dificultades? Todos lo hemos experimentado…, en algunos casos, demasiadas veces. La vida no es sencilla, pero vale la pena vivirla en plenitud, sabiendo que, a pesar de nuestros errores pasados, nuestras tristezas y nuestras faltas de amor, debemos seguir confiando en Dios.
Es apostar por una vida donde la educación, el acompañamiento y el testimonio se convierten en instrumentos para transformar el mundo desde la sencillez y la cercanía.
Durante estos días, varias hermanas de la Pureza han visitado diferentes cursos y han compartido su testimonio. Ha sido una experiencia muy emocionante para todos, especialmente para las hermanas.
Agradecemos a la Hna. Alicia, a quien recordamos con mucho cariño desde hace muchos años cuando estuvo en la Pureza de Cid. También agradecemos a la Hna. Susana, la Hna. Geraldine, la Hna. Andrea y la Hna. Dariana por su generosidad.