Desde el autoconocimiento y la libertad
En la etapa de 4º de ESO, los estudiantes se encuentran en un momento crucial de su formación, no solo académica, sino también personal. En la asignatura de religión, no solo exploran el pasado y las creencias que han dado forma a la humanidad, sino que también dedican tiempo a reflexionar sobre su propio proceso de autoconocimiento.
A través de la elaboración de mapas conceptuales, los alumnos no solo asimilan conceptos complejos, sino que los visualizan de manera clara, ayudando a establecer conexiones profundas entre los temas que estudian y su propia experiencia vital. Este ejercicio de introspección y análisis les permite entender mejor el mundo que los rodea, pero sobre todo, a sí mismos.
La persona es un ser en construcción, en constante evolución, y cada elección, cada valor que adoptan y cada emoción que experimentan son piezas fundamentales en ese proceso. Por ello, en esta asignatura no solo se busca que adquieran conocimientos, sino que trabajen sus valores, sus emociones y su capacidad de pensar libremente. La importancia de la libertad de elegir, de formar su propia identidad y de buscar un equilibrio emocional que los conduzca a la felicidad.
Este trabajo de autoconocimiento es vital. Entender quiénes son, cómo piensan, qué sienten y qué decisiones pueden tomar en su vida futura es una tarea esencial para que puedan ser felices. La verdadera educación va más allá de los libros y las lecciones; se trata de formar personas conscientes, libres y felices, que comprendan que la clave de una vida plena está en conocerse y aceptarse a sí mismos.
