¡Feliz Navidad!
Estimados miembros de la comunidad educativa de Pureza de María:
Estas Navidades serán especiales en nuestra tierra, marcadas por las consecuencias de la DANA, que ha afectado a tantas familias. Este desastre nos invita a reflexionar sobre nuestra vulnerabilidad y a buscar enseñanzas en medio de la dificultad. Ojalá este tiempo de Adviento nos ayude a abrir el corazón y aprender de lo vivido, permitiéndonos estar más disponibles para los demás.
A menudo preparamos muchas cosas y proyectamos planes, pero la vida nos sorprende con lo inesperado. Este tiempo puede ser una oportunidad para crecer en esperanza, confiando en que estamos en las manos del alfarero divino. Aunque somos frágiles como el barro, en esas manos somos moldeados hacia nuestra mejor versión si nos dejamos guiar.
Somos vasijas de barro, frágiles y limitadas, pero también llenas de la capacidad de amar. Este amor nos da fuerza para soñar, vivir con alegría y transformar la realidad. En nuestra fragilidad encontramos el milagro del amor, que todo lo renueva y nos permite ser reflejo del alfarero, quien convierte nuestra vida en algo único y valioso.
El Adviento nos invita a preparar con amor un lugar en nuestro interior para que Dios nazca, convirtiéndonos en un descanso para Él y para los demás. Como el barro del Belén que hemos moldeado con nuestras manos, somos llamados a ser instrumentos de amor y servicio, capaces de ofrecer reposo y paz a quienes nos rodean.
Los desafíos de la vida deben despertar nuestra solidaridad y ayudarnos a valorar lo que realmente importa. Que este tiempo nos haga más humildes y dóciles, como el barro en manos del alfarero. Pedimos al Señor que venga a nuestra comunidad, a nuestras familias y al mundo, trayendo paz y luz en medio de las tinieblas. ¡Ven, Jesús, nuestro mundo te necesita!