¡Y ya nadie me separará jamás de Ti!
Los que lleváis tiempo en la Pureza, sabéis que para nosotras, la ceremonia de la Primera Comunión, es uno de los eventos más importantes que celebramos en nuestro colegio.
Durante un tiempo nos preparamos con mucho interés e ilusión para cuando llegue ese día tan especial. Siempre deseamos que sea un día muy feliz, especialmente para los más pequeños. Pero también somos conscientes de que, en ocasiones, hay nervios y algunas dificultades, muchas veces derivadas de situaciones que se complican por diversos motivos familiares.
El Papa Francisco nos recordaba:
No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva
Ellos, en sus corazones de niños esperan que se cumplan muchos deseos. Desean que haya más bondad en el mundo, que las personas vivan en armonía y que estén unidos a Dios para poder amarse entre sí. Pero sobre todo piden que sus papis no se enfaden, no discutan, y que, incluso si deben separarse, ellos sigan siendo ese imán que los mantenga unidos.
Hagamos entre todos un esfuerzo para dejarles un mundo mucho mejor de lo que ya tienen. Y deseemos con todas nuestras fuerzas que nuestras casas, nuestros hogares se conviertan en escuelas de perdón…
Mucho ánimo y a seguir cuidándolos. No olvidar que estamos aquí para ayudaros a ser más felices.